Terremoto de 6.6 En Norcia, Italia - 30 Octubre 2016
Después del doble sismo del miércoles último, otro violento terremoto -el más fuerte que se registra en el país desde 1980- sacudió hoy el centro de Italia y dejó una vez más gravísimos daños y heridos, pero por el momento ningún muerto.
El nuevo sismo, de 6,6 grados en la escala de Richter, tuvo lugar a las 7.40 de la mañana (las 3.40 de la Argentina, según el nuevo horario vigente en Europa) con epicentro entre Norcia, Preci y Castelsantangelo, las mismas zonas de las Marcas y Umbria sacudidas el miércoles último y muy cercanas a las ya duramente devastadas por el terremoto del 24 de agosto pasado, cuando hubo casi 300 muertos.
"Fue un temblor importante y relevante. Por el momento no hay víctimas, pero sí decenas de heridos, al menos uno grave", dijo el jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio.
El terremoto se sintió con una violencia inaudita en todo el centro de Italia y, nuevamente, en esta capital, donde hubo muchas escenas de pánico. Nunca en épocas recientes se había sentido en Roma un terremoto de esta manera y fueron cerradas las dos líneas de subterráneo, así como, por seguridad, las basílicas de San Pablo Extramuros y de San Lorenzo, donde se registraron daños leves y grietas, al igual que en muchos otros edificios y palazzi.
El temblor -fruto de una nueva falla debajo de la cadena de los Apeninos, la espina dorsal de Italia y zona de alto riesgo sísmico- provocó nuevos derrumbes y gravísimos daños en decenas de poblados del corazón de la península. Se derrumbó la antiquísima catedral de Norcia, localidad donde la gente salió a las calles y se puso a rezar en medio de la plaza del centro histórico. Lo mismo sucedió en Preci, poblado de 700 habitantes en la provincia de Perugia, donde su alcalde, Pietro Bellini, estaba evaluando las condiciones de su gente. "Por la mañana la gente volverá a las viviendas para llevarse las cosas que le sirven. Estamos verificando que nadie haya estado en las casas", dijo.
Como sucedió el miércoles último, hay cortes de energía en la zona afectada, donde, además, muchas rutas se encuentran bloqueadas por los derrumbes o con su asfalto levantado, lo cual dificulta el acceso de los rescatistas. "Las conexiones son muy difíciles. Los heridos de Norcia fueron llevados al hospital en helicóptero", informó Curcio. "Muévanse sólo si es necesario. Hay grandes problemas de viabilidad", agregó el jefe de la Protección Civil, que invitó a las poblaciones de las zonas dañadas a trasladarse a la costa Adriática "porque por el momento no hay posibilidad de asistencia en el lugar".
Los bomberos hablaron de "nubes de polvo" que se levantaban desde las localidades de Norcia, Cascia y Preci. Tres personas fueron rescatadas vivas de entre las ruinas de Tolentino, localidad ya dañada por el doble sismo de días atrás. "Veo columnas de humo, se derrumbó todo. ¡Es un desastre! Estaba durmiendo en el auto y vi el infierno", testimonió Marco Rinaldi, alcalde de Ussita, localidad que fue epicentro del terremoto anterior. "El centro ya había sido evacuado. Espero que el trabajo hecho en estos días haya salvado vidas humanas", dijo Sante Stangoni, alcalde de Acquasanta Terme.
Con su magnitud de 6,6 grados, se trató del terremoto más violento de las últimas décadas en Italia, de tenor similar a aquel que causó en 1980, en la región de Irpinia, cerca de Nápoles, 280.000 evacuados, más de 8000 heridos y 2914 muertos. El terremoto que destruyó L'Aquila y provocó más de 300 muertos, en 2009, fue de intensidad menor (5.9 grados). En esta ciudad y otras de los Abruzos también hubo daños y el terremoto se hizo sentir con fuerza.
"Expreso mi cercanía a las poblaciones de Italia central golpeadas por el terremoto. También esta mañana hubo un fuerte temblor", dijo el Papa durante el Angelus. "Ruego por los heridos y por las familias que sufrieron los mayores daños, así como por el personal abocado a los socorros y la asistencia", agregó ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro.
"El terremoto se movió desde Amatrice hacia el norte, en el área de Visso y Ussita, y, hoy nuevamente, desde estos sitios hacia el sur, en el área de Norcia, donde el terremoto de agosto en Amatrice se había detenido", explicó un comunicado del Instituto de Geologia Ambiental italiano. "Los intervalos de tiempo entre un terremoto fuerte y otro adyacente pueden ser de años o decenas de años, pero también de días o meses, como está pasando hoy en el Apenino central. Lamentablemente no podemos prever ni cuándo ni cómo se reduce esa secuencia sísmica, ni podemos excluir otros terremotos fuertes como el que hubo hoy en áreas adyacentes", agregó, sin tranquilizar para nada a los italianos.
Pasado el mediodía local, el primer ministro, Matteo Renzi, al margen de expresar satisfacción porque "pese a la gravedad de este sismo impresionante, al momento no hay ninguna pérdida de vidas humanas", prometió la reconstrucción de las zonas arrasadas. "Reconstruiremos todo, casas, iglesias y comercios. Se trata de territorios maravillosos".
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