A un año del terremoto en Italia: el sueño es recuperar lo de antes

Onna (Italia), (dpa) - "Aquí estamos ahora", dice la italiana Osvalda Petrella con voz cansada y triste al sentarse delante de su casa prefabricada. El día es soleado y esta mujer de 60 años intenta aprovecharlo tras el frío invierno en esta región montañosa de Los Abruzos, donde la primavera comienza a intuirse.

Osvalda mira un pueblo fantasma. A tan sólo unos metros se encuentra, tras la tela metálica, su pueblo reducido a escombros: Onna. Este pequeña localidad ubicada al este de L'Aquila, que quedó destruida en el fuerte terremoto de hace un año, sigue siendo todavía un montón de escombros.

El 90 por ciento de los edificios quedaron derrumbados la trágica noche del 6 abril, después de que la tierra temblara con una magnitud de 6,3 en la escala Richter. Murieron 41 de los 280 habitantes de Onna. Osvalda es una de las pocas afortunadas que no lloró la pérdida de algún familiar directo. Sin embargo, sí que perdió amigos.

"Protección civil llama a esto de aquí 'la nueva Onna'", comenta la italiana mientras señala lo que tiene a su alrededor. Desde octubre, Osvalda y su marido viven en una casa prefabricada junto con su hija y su nieto.

Desde luego, tras haber pasado seis meses en las tiendas de campaña que instaló Protección Civil, el nuevo hogar es casi todo un lujo. El gobierno les ha regalado una cocina, una lavadora y una televisión. "Pero aquí nadie quiere la nueva Onna, nosotros queremos volver a nuestro pueblo de antes", afirma Osvalda. "Estamos a la espera de un hogar", añade su marido Federico.


El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, prometió en la cumbre del G8, celebrada el pasado julio en la región damnificada, que la reconstrucción iba ser rápida. Desde entonces los escándalos relacionados con la especulación han empañado la reconstrucción.

Cada fin de semana cientos de personas se reúnen para manifestarse en el que fuera el centro histórico de la capital regional, L'Aquila. La gente retira con carretillas los escombros con la esperanza de que pronto se haga algo, pero tan sólo los trabajos de desescombro serán ya bastante largos. Al igual que en Onna, muchos en L'Aquila confían en poder regresar a su vida antes del terremoto y a la que era su ciudad.

Osvalda no quiere saber cuánto tiempo más tendrá que vivir en la "nueva Onna". Lo que cuenta es la esperanza de poder regresar a a su vida de antes.

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